miércoles, 22 de diciembre de 2010

Actividades Asistidas con Caballos: Otro Enfoque

Visitando escuelas, centros y charlando con diversos profesionales de hipoterapia, psicoterapia, terapia asistida y actividades ecuestres en general, me doy cuenta de que lo único que se hace con las personas que acuden a estas actividades y sesiones es, subirlos sobre un caballo viejo y lastimado (por el bocado, por las herraduras, por la estabulación, por la deficiente alimentación...) y dar vueltas y vueltas en círculo, bien guiando al caballo del ramal, bien con el individuo guiando al caballo mediante las riendas.

Mis dudas son: ¿el hecho de repetir un ejercicio una y otra vez de forma mecánica, es realmente beneficioso a algún nivel para la psique del humano? ¿cuál es el aprendizaje? ¿dónde está el cambio conductual? ¿produce algún cambio beneficioso a nivel de comportamiento el girar y girar sobre un caballo cansado, dolorido y desmotivado?

Y más aún, en el caso concreto de los niños que comienzan actividades de este tipo, sean o no de índole terapéutica ¿es pedagógico que se les enseñe a dirigir al caballo por medio del dolor y el sometimiento que nos muestran los métodos tradicionales de doma y que siguen la mayor parte de los profesionales que trabajan con caballos desde el ámbito que sea y que suponen el guiar al animal por medio de un hierro metido en su boca, golpeándole sobre el abdomen con los pies para que camine (ya sea con o sin espuelas) y ayudados por una fusta para golpear su cuello y su grupa bajo el pretexto de que no sienten dolor y es la única forma de que entiendan y obedezcan? ¿es esta la lección de sensibilidad, respeto y empatía que damos a los niños? ¿somos los mismos padres que los llevamos orgullosos a estas actividades los que no les permitimos ver programas violentos, los que nos indignamos si ponen una teta en la sobremesa televisiva, para después felicitarlos por dedicar su tiempo de ocio a golpear impunemente a un animal, regodeándonos en ello y premiando esta actitud? Y peor aún ¿qué clase de intervención psicoterapéutica, que clase de psicoterapia y que clase de actividad de conocimiento del medio natural es esa?

Otro grave error del arcaico mundo ecuestre es creer que un caballo es únicamente un vehículo, un medio de transporte similar al autobús o la bicicleta, con lo que, lo único que se nos ofrece es llegar y subirnos sobre él a dar vueltas. Y nada más. Poniendo un ejemplo claro, es lo mismo que si le regalo un cachorrito a un niño y solo le permito que lo lleve de la correa por el pasillo de mi casa, arriba y abajo durante semanas, días, horas, para alguna vez permitirle repetir este proceso en la calle o en un parque. Pero no le enseño a educarlo, cuidarlo, alimentarlo, acariciarlo o no le permito jugar con él. No le muestro la parte de la compañía, el afecto, la seguridad o la responsabilidad que requiere el tener y cuidar de otro ser vivo.


Todas estas creencias generalizadas sobre el caballo limitan la variedad de actividades que se pueden llevar a cabo tanto en psicoterapia como en actividades asistidas por caballos. Si entendemos realmente la naturaleza equina las posibilidades de interacción son infinitas, ilimitadas en cuanto a sexo, edad y discapacidad.

Aquí algunos ejemplos:
  • Taller pintacaballos


Niños Disfrutando en el Taller Pintacaballos



  • Aulas de naturaleza
  • Paseos asistidos por caballos


Paseo Asistido por caballos con Niños


  • Ginkanas



Ginkana con Caballos en Ourense

  • Campamentos ecuestres

Niños haciendo un Tipi Indio en un Campamento





  • Taichi asistidos por caballos

La Palmada como Premio

Prácticamente el único refuerzo positivo que recibe un caballo durante su vida, tanto si su destino es la terapia o las actividades asistidas como la práctica ecuestre general, es la palmada, una forma de malentendida caricia que solamente se aplica a los caballos y a ninguna especie más de animal doméstico, quizá por la extendida creencia de que este animal carece de sensibilidad lo que, dicho sea de paso, sirve también como excusa para la brutalidad con que comúnmente se adiestra y maneja.

Relación Natural entre el Ser Humano y el Caballo


La palmada consiste en varios golpes repetitivos y secos aplicados con mayor o menor intensidad, rapidez y fuerza, que se dan generalmente sobre la base del cuello – puesto que el jinete suele estar montado cuando “premia” al caballo -, a fin de que sienta que estamos satisfechos con su trabajo, cuanto más satisfechos, más fuerte y sonora ha de ser la palmada.
A mi personalmente me disgusta profundamente que me den una colleja cuando hago algo mal, pero de ninguna manera creo que llegase a comprender que es un premio porque he hecho algo bien. Y se supone que como ser humano mi capacidad para comprender el lenguaje verbal me permitiría percatarme de que esto es así por que la palmada suele ir acompañada de un “bien” o “eso es”. A menos claro está que me lo dijesen en cualquiera de las más de 6000 lenguas que existen en el mundo en las que no entiendo estas palabras. Por desgracia para el caballo no comprende ni uno solo de estos idiomas y en su lenguaje no verbal, un golpe por leve que sea, no significa “lo has hecho bien” y desde luego no es algo placentero ni satisfactorio.
Todos entendemos la diferencia entre golpe y caricia. Y todos podemos comprender que golpe es igual a castigo y caricia es igual a premio. Empecemos a premiar a los caballos.